En el mundo de la comunicación en internet, el contenido es la moneda de cambio. Generar y distribuir información relevante, entretenida o útil para un público dispuesto a entregarnos lo más valioso que tiene, su tiempo, a cambio de contarle cosas de su interés. Las estrategias de marketing de contenidos pueden ser tan extensas y profundas como el presupuesto lo permita, pero en el mundo real sabemos que todo tiene unos límites y debemos buscar fórmulas que nos ayuden a llegar donde nuestra jornada laboral y nuestras manos no alcanzan. Ahí entra la curación de contenidos.
La curación de contenidos es un proceso acuñado originalmente en inglés (content curation) que consiste, básicamente, en buscar. Filtrar, rastrear, seleccionar… y compartir. El arte de encontrar los mejores contenidos disponibles, en internet o en el mundo analógico, para después compartirlos de la mejor forma posible con nuestra comunidad. Básicamente, hacer el trabajo sucio para, cuando encontremos lo realmente útil, servirlo en bandeja al público.
Por esa vocación de servicio al usuario, precisamente, la curación de contenidos debe ser una pata fundamental en cualquier estrategia de contenidos. Porque, además, el público lo recibe como un mensaje de humildad por parte del emisor: sabemos que no llegamos a todo, que alguien ahí fuera está creando valor más allá de nuestro ombligo, y queremos enseñárselo a la gente.
Además, es un refuerzo inmenso para nuestro mensaje. Porque, compartiendo creaciones ajenas correctamente seleccionadas, podemos reforzar nuestros valores y nuestra identidad corporativa propia con un sencillo clic, demostrando que no somos los únicos que defendemos algo, que el mundo exterior está lleno de ejemplos que pueden darnos la razón y, en el camino, conseguir convertirnos en una referencia informativa del sector independientemente de los productos o servicios que ofrezcamos.
Beneficios de la curación de contenidos
Gestionar bien la curación de contenidos tiene un beneficio último: que el público nos perciba como expertos y líderes en nuestra industria particular. Pero también hay muchos beneficios paralelos.
- Crea alianzas. Pequeñas acciones como el guest blogging, compartir contenidos de terceros y dar altavoz a otras plataformas puede ampliar nuestra red de contactos y sentar las bases de proyectos futuros.
- Te mantiene informado. La búsqueda y filtrado de información tiene una traducción directa en el equipo de contenidos: formación e información. Ese proceso de investigación mantiene a los profesionales al tanto de lo importante.
- Gana tiempo. Aunque hacerlo bien llevará sus horas, curar el contenido sigue siendo más eficiente que generar el contenido por nosotros mismos. Podrás compartir información y crecer sin necesidad de tanto sudor. Aunque, por supuesto, no es un sustituto: sin contenido propio no tendremos voz propia. En el equilibrio está la clave.
Curación de contenidos: ¿Cómo hacerlo bien?
Más allá de la teoría, hay que saber cómo hacerlo. Estos son algunos consejos básicos:
- No plagies. La curación de contenidos no es buscar para copiar y hacerlo tuyo. Sirve para dar algo útil e interesante al público, no para colgarse una medalla. No seas cutre.
- Busca referentes. Siempre habrá alguien ahí fuera, ya sea un blog, una revista especializada o una empresa extranjera, que tenga algo que aportar.
- Sé inteligente. Compartir cosas relevantes dentro de un mismo sector puede hacernos caer en darle bola a la competencia antes que a nosotros mismos. No se trata de colgarse medallas, pero tampoco de regalarle la gloria a otros.
- Cuidado con la automatización. Hay muchas apps y plataformas que ayudan en el proceso de curación de contenidos, pero si no se supervisa antes de compartir, podemos cometer errores groseros. Pon unos ojos y un cerebro humano a tomar la decisión final.
- No descuides tus medios propios. Compartir información de terceros puede ayudarte a crear comunidad y hacerte ver como referente. Pero, si toda tu comunicación se basa en ello, ¿cómo va a saber el usuario cuál es tu visión individual?
El arte de curar contenidos, encontrar aquello realmente útil y presentarlo de manera interesante es un gran pilar para la comunicación en internet de cualquier empresa. No caigamos en el arrogante error de querer hacerlo todo nosotros ni en la bisoña complacencia de dejar que alguien más haga nuestro trabajo.